Coronavirus, la gran oportunidad.

Son días muy difíciles. Tenemos miedo, temor a no saber que va a pasar con la salud de nuestros seres queridos y la nuestra. Miedo a la incertidumbre de que va a pasar con nuestros trabajos. Pánico al entrar en un terreno desconocido, como el que supone el hacinamiento en nuestras casas y pueblos. El responsable de esta situación tiene nombre, SARS-CoV-2, conocido como Coronavirus.

El problema, o no.

El propio nombre, virus, ya da un poquito de respeto. Los virus no tienen la capacidad de reproducirse por sí mismos, necesitan de un huésped (en este caso nosotros) en el que replicarse. Vivimos con ellos desde hace 3.500 millones de años, es decir, desde el comienzo de las primeras formas de vida en nuestro planeta. Actualmente, cada año, los virus infectan a 1.000 millones de habitantes y acaban con la vida de 2,7 millones.

En el párrafo anterior el lector podrá encontrar algunas pistas de lo que opino sobre SARS-CoV-2. Coronavirus ha venido para quedarse, en los próximos años prácticamente todas las personas habremos estado en contacto con él. Tiene esta forma (la verdad, parece bonito)

Alrededor de la esfera se puede apreciar unos “bastoncitos”, que son realmente proteínas. A través de la proteína ACE2, que se encuentra en la superficie de pulmones y otros órganos, coronavirus introduce una proteína S y partir de ahí logra reproducirse. Una vez dentro, en las primeras 24 horas, puede hacer 100.000 copias de sí mismo.

Todo esto es tan antiguo, como la vida misma. “Normalmente, los virus suelen cambiar a mejor. Para ellos no tiene sentido volverse muy letales, pues pierden la posibilidad de que la gente infectada siga haciendo vida más o menos normal, se mueva e infecte a más personas; por eso el proceso de evolución, que es un proceso ciego, suele favorecer que los virus se hagan cada vez menos virulentos”, aseguraba hace unos días Ester Lázaro, experta en evolución de virus del Centro de Astrobiología, en El País.

No se asuste querido amigo, que no quiere decir, no tome todas las precauciones recomendadas por los organismos correspondientes. Nuestro sistema de defensa, de millones de años de evolución y perfeccionamiento, está preparado para hacer frente a este ataque.

A qué se debe el miedo.

Ya hoy he oído argumentos más sensatos en relación al problema de SARS-CoV-2. Incluyo en esto a periodistas y clase política, que los tenemos en la tele y radio 24 horas al día. Imaginad la importancia de las palabras de estos transmisores. El principal problema y que lo diferencia de la gripe “común” que todos conocemos, es que es más contagioso. También más letal, pero esto es algo absolutamente normal, pues no nos ha dado tiempo (nuestra defensa) todavía, a reconocerlo como otros virus que llevan muchos años con nosotros. Esta tasa de mortalidad irá descendiendo con el paso del tiempo. Es mi impresión. Pero el problema radica y esto sí debe alertarnos en que se contagia en un número reproductivo entre 2 y 3, mientras que la gripe “normal” es de 1,3. Es decir, cada persona con la gripe normal infectará a 1,3 personas, mientras que SARS-CoV-2, puede llegar a casi 3.

De ahí radica todas las medidas que deben tomarse desde ya. El objetivo no es otro que tratar de no ayudar a expandir el virus a una velocidad más alta de lo normal. Por que infectar, o tener contacto con SARS-CoV-2, vamos a tenerlo, todos, en los próximos meses/años. Pero a un ritmo escalonado, los sistemas de salud en teoría deben poder absorber el trabajo.

La gran oportunidad.

Los que me conocen de consulta, saben bien algunas pautas de mi estilo de vida, no sólo dietéticas, sino de hábitos generales. En ocasiones miro desde una óptica reflexiva, tratando de comprender hacia dónde va el mundo. Quizás SARS-CoV-2 nos ayude a encontrarnos con nosotros mismos. Aprender que hacer con el tiempo libre…. sin centros comerciales, cafeterias, cines, va a ser terrorífico para muchas personas. No son pocos los fines de semana del año que puedo estar 3 a 4 días sin salir de casa, saliendo quizás para correr 1 hora y listo. Cocinando en casa, leyendo, escuchando música, viendo una serie, descansando, trabajando en la tesis, jugando con mi perro, tomando el sol, arreglando las plantas, bajando a la playa.

Esta mañana charlando con una amiga que reside en la zona cero en Italia, me decía :”Also for me Is the same, sometimes i spend the weekend at home but it’s really really different of you are obliged“, es decir, que quedarte en casa por obligación pues no es lo mismo que por que te de la gana. Está claro.

Estas semanas pueden ser una buena oportunidad para experimentar que significa llenar el tiempo con otros hábitos. Por que pronto el calor llegará y todo pasará. Y volveremos a nuestras costumbres con un hambre despiadada. A no ser que esto dure un poco más de lo normal y la huella tarde en cicatrizar.

Mi consejo

Permítame una breve guía sobre cómo organizarnos para no volvernos locos.

  1. Organiza tu día. Haz una breve planificación sobre como te gustaría aprovechar el día. Quítate el pijama y ponte manos a la obra. Nunca lo has tenido mejor para hacer eso que nunca sacamos tiempo.
  2. Lee. Dedica un par de buenos ratos a la lectura. Estarás haciendo trabajar al cerebro, aprendiendo.
  3. Escucha música. Me crié con mi tío Bienve (oss!), adicto a la buena música y desde niño pasé muchas horas escuchando Dire Straits, Fleetwood Mac, U2…. y Bruce Springsteen!. Jamás he puesto Spotify, ni redes similares (no tengo ni idea de cómo funciona!). Sigo escuchando música como me enseñó el artista, con vinilos, CDs y un equipo Harman Kardon y columnas Infinity. Y me aprendo y traduzco las letras de las canciones en mis ratos libres.
  4. Cuida tu alimentación. Varios días o semana en casa sin cuidar tu alimentación serán la muerte a pellizcos. En la compra que he hecho hoy, tengo comida para 2-3 semanas, pero ni una sola basura ultra-procesada. Ni una galleta, ni una patata, nada de azúcar. Si no saliera de casa solo tengo una opción, comer de lujo.
  5. Entrena. Ya vivas en un apartamento o dónde sea, busca una tabla de ejercicios en la que sudar un poco antes de una buena ducha. Si eres paciente de la consulta, escríbeme y te hago llegar una. No te resignes, muévete!.
  6. Estira-medita. Dedica 5-10 cuando acabes el ejercicio a estirar un poco y desconectar la mente. Cierra los ojos. “Sentarse en profunda calma”en postura seiza es una forma de sobreponerse a los miedos generalizados de la vida y el implícito miedo a la muerte. Es una excelente manera de regular las funciones corporales.
  7. Ve una buena serie o una buena película. Pon límite a esto. Déjalo para el momento final del día y pon límites.
  8. Descansa. Duerme 6-7-8 horas. Vete a la cama como si tuvieras que levantarte a trabajar. Incluye esto en tu rutina.
  9. Trabaja, estudia, aprende algo. Sea lo que sea a lo que te dedicas, seguro que puedes aprender algo nuevo. Eso para lo que nunca tenemos tiempo.

Pronto estaremos en la batalla amigos.

Abrazo Fighters.

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